·Unreachable. -Capítulo 28.

·UNREACHABLE. -Capítulo 28.
Estaba a punto de llegar al salón, cuando hoy a mi madre decir 'No quiero que le hagas daño, ella se ve que 
esta muy enamorada de ti, si le hicieras algo, no lo superaría'.
En realidad, tenía razón... 
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El mismo chico, que podía sacar lo mejor de mi, hacer que despertara por las mañanas con una sonrisa,
y con las ganas de comerme el mundo, es el mismo que puede hacer que todo se acabe, que todo se derrumbe
en un instante, con unas palabras.
Pero ahora no es momento de pensar en eso, esto es el presente, nadie sabe lo que va a pasar mañana, ni pasado,
ni nada.
A si que, ahora no es tiempo de amargarme la vida, ni nada por el estilo.
Mi madre seguía con su charla con Justin.
-Ya estoy. -Dije sonriente, y mirándolos.
Mi madre se calló al instante en que me vió, disimulación en modo off.
-Pues vamonos. -Dijo Justin, y cojió el balón, que lo había dejado en el suelo. 
-No vengas tarde. -Dijo, otra vez mi madre.
-Que noooooo. -Dije cojiendo a Justin de la mano.
-No contestes, que si no, no sales.
Y me callé, si, me callé, por que si sabía que si le volvía a contestar, era peor.
Yo cuando no puedo expresarme, o nose... desaogarme, gritar, llorar, o alguna emoción que tengo dentro del cuerpo,
se me forma como un nudo en el estomago, y quiero pegar, al que se me cruce por el medio.
Si, soy un poco bruta, pero es mi forma de ser. Y no la voy a cambiar.
Salí, y me monté en el coche de Justin, él notó mi 'mosqueo'.
-Hey, ¿Qué te pasa? -Pregunto Justin, a la vez que me cojia la mano.
-Nada.
Me miro, solo un momento, y volvió a mirar a la carretera.
-Pues tu cara no dice eso.
-Yo tengo la cara como siempre. -Dije un poco borde.
-Oye, no te pongas así. 
-Si, lo sé, y lo siento. -Dije mirándole.
Pasamos el resto el trayecto en silencio, ya se que no debía tratarle así, pero en ese momento estaba
un poco enfadada, mis nervios me controlan.
Llegamos, y ví una cancha de baloncesto. Era grande, muy graaaaaaaaaaaande.
Esuvimos toda la tarde jugando, yo casi no tocaba la pelota. Él encestaba, y encestaba, y encestaba y volvía
a encestar, dios, ¿No paraba?
-Muchacho, dejame un rato la pelota. -Le dije.
-Pues cojela. -Dijo botando la pelota, y girando alrededor mía.
-¿Cómo quieres que la coja? Eres muy bueno.
-Lo sé. -Dijo, me miró, boto una vez, y lanzó. No encestó.
Reí. -Creo que me equivoqué con lo de que eras muy bueno.
-Seguro que ah sido el viento.
-Si, claaaaaaaro.
No me contestó, fue a cojer la pelota, que había caído en unos matorrales.
¡Annie! me llamó. 
-¿Qué? -Pregunté, mientras me iba acercando, a donde él estaba.
Él tenía la mirada fija en el matorral, y con la mano parecía que estaba acariciando algo.
Me acerqué, y miré en la dirección donde él estaba acariciando.
En ese intante, me enamoré, me enamore de ese cachorrito, era pequeño, negro, 
todo negro, y muy juguetón, y con unos ojos grandes.
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Estaba un poco sucio, (imaginasoslo).
-Oish, pero que cosita. -Dije, acariciandolo.
-Seguro que lo han abandonado, porque no tiene collar.
Miré a Justin, e hice un puchero.
-No, no y no. -Me dijo él, negando con las manos.
-Venga porfaaaaaaaaaaaaaa. -Dije y apresuradamente dandole un piquito.
-Que no, no nos lo podemos llevar.
-Pero se va a quedar hay solo, sin comida ni agua, y lo pueden atropellar si sale a la carretera.
-No te callas hasta que no te sales con la tuya, ¿No?.
Lo acaricié, y me lamio la mano.
-Claro que no, lo ves, pero si es muy lindo.
-Mira esto es lo que hacemos, nos lo llevamos a casa, y nos lo quedamos hasta que encontremos
un dueño, yo no puedo quedarmelo, porque con las giras, conciertos y todo, no tendría tiempo
para sacarlo a pasear, ni darle cariño.
-Yo tampoco puedo. Ya tengo a Sam, y creeme mi madre más animales en casa no quiere.
-Entonces, ¿lo hacemos así? Pegamos unos carteles, por la calle, haber si alguien lo quiere.
-Seguro que si haces un vídeo, y lo pones en youtube, lo cojeran enseguida.
-Eso también podriamos hacerlo.
Nos montamos en el coche, y yo llevaba el perro en mis piernas, todo el rato lo acaricié, y se quedó dormido.
Llegamos a la casa de Justin, el entró el coche en el garaje.
-Mamá. -Dijo Justin. Nadie respondió. -Parece que no estan.
-Vamos a tu cuarto.
-¿Qué me quieres hacer?
-Idiota. Te lo dije, para grabar el vídeo para el perro. ¿O no te acuerdas?
-Si, si que me acuerdo. -Y esbozó una sonrisa.
Dios que sonrisa, te daba ganas de achucharle muy fuerte, y no soltarle.
Subimos al cuarto, yo dejé a Iron en la cama. (Se pronuncia Airon).
Iron es el nombre que le habiamos puesto al perro, ya que era macho, lo decidimos mientras ibamos en el coche.
Justin se dirigió al armario, y sacó unas cuantas cajas.
¿Qué buscas? -Pregunté.
-Una cosa. -Dijo él, mientras seguía rebuscando en las cajas. -Ya está.
Y saco una cámara de vídeo.
Puso la cosa esa que se pone debajo de la cámara para sujetar.
La encendió, puso el temporizador, y empezamos a grabar.

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