Esa sensación.

Esa sensación de querer abrazar a una persona y no poder, es impotencia, quieres estar frente a esa persona y decirle lo mucho que significa para ti, pero no puede ser. Tienes que resignarte a decírselo por teléfono o detrás de una pantalla y no es justo, por que mientras tu, estas luchando por conseguirlo, a otras personas se lo dan regalado.

¿No te lo demuestro...?

¡Te quiero! ¿No lo estoy demostrando, verdad? ¡Lo sé! ¡Soy idiota! Discutimos... Lo arreglamos, y... ¡ZAS! Otra discusión. A veces hago promesas que yo se que va a ser muy difícil de cumplir por mi mala manía de no pensar las cosas, de no leer bien, de no leer todas las palabras. ¡Esto es un puuto asco si te pierdo! Iba a poner: "Te prometo que no te voy a volver a prometer nada" pero es contradictorio.

Nuestra montaña rusa.

Nuestra historia: una montaña rusa, hubo un tiempo en que era una recta, en la que estas más nerviosa que en la propia subida. Y subimos, claro que subimos, demasiado alto y claro como todo lo que sube tuvimos que bajar, para mi fue, como si me tiraran desde un avión sin paracaídas, bueno si, mi paracaídas eras tu, pero resulto que fallaste, pero tu tuviste esa sensación de tirarte por un acantilado tenias miedo de lo que te encontrarías, pero encontraste el agua que te alivio. Yo sigo en mi linea recta, y tu estas jugandote todo lo que has conseguido por mi, y no sabes porque, tienes mas de lo que deberías soñar, y sin embargo es algo que no puedes evitar, somos como imanes de distinta polaridad, no podemos vivir el uno sin el otro, pero tampoco juntos, siempre haciendonos daño, y ahora soy yo quien tiene el control de esta montaña, soy yo la que guio, y conduzco hacia la subida, hacia la punta más alta de nuestra montaña rusa, necesito nuestro momento, pero cuando haya acabado, quiero y no estoy diciendo que lo hare, soltare tu cabina, y no es por venganza, es para demostrarme a mi misma, que puedes sentir, y sentir todo el dolor que senti yo, pero no te preocupes, antes de que te duela demasiado estare hay, porque si no, no me lo perdonaria nunca. Creo, que eres un problema para mi, tu estado de animo, influye directamente al mio, asique no, no te preocupes soy demasiado egoista y miedosa para sentir de nuevo esa agonía. 

Nos controlan.

Vivo presa de mis miedos, preguntándome que está bien y que no lo está... Vivo por y para ellos, me persiguen. Intento huir de ellos pero no me dejan, siempre están un paso por delante. Supongo que me conocen mejor de lo que yo les conozco a ellos. Vivo a través de ellos, veo a través de sus ojos y oigo lo que ellos quieren que oiga. Aparecen donde, menos me lo imagino, a menudo en mis sueños. Siempre dicen lo mismo: no eres lo suficientemente buena. Intentan engañarme, me llevan a las sombras y pretenden encerrarme en cualquier celda de la que no pueda salir. Llegan a mi vida, a veces se quedan y otras se van, pero nunca les echo de menos. No los necesito en mi vida, pero son los únicos que están siempre. A veces es posible evitarlos pero al final, siempre acaban regresando. Supongo que ese será mi destino, un destino ensombrecido por mis miedo más ocultos. ¿Es posible vencerlos? Me gusta pensar que algún día podré conseguirlo. Quizá con la ayuda de alguien, una persona que vaya a estar apoyándome. Pero en mis noches más oscuras, cuando creo que no nunca conseguiré volver a ver la luz, no hay nadie para ayudarme. Solo están ellos, como siempre, ayudándome a darme cuenta de la realidad: que estoy sola y que no debo esperar que alguien vaya a venir a salvarme de mi misma. Falsos engaños, que alimentan el miedo. Miedo a vivir, ¿Es qué puede haber algo mas peligroso? 

Bum.

Los caminos se bifurcan, cada uno toma una dirección pensando que al final los caminos se volverán a unir… Desde tu camino ves a la otra persona cada vez más pequeña. No pasa nada, estamos hechos el uno para el otro, y ahí está ella, y al final sólo ocurre una cosa, llega el puto invierno no hay vuelta atrás, lo sientes, y justo entonces intentas recordar en qué momento comenzó todo y descubres que todo empezó antes de lo que pensabas… Mucho antes…y es ahí justo en ese momento cuando te das cuenta de que las cosas sólo ocurren una vez, y que por mucho que te esfuerces, ya nunca volverás a sentir lo mismo, ya nunca tendrás la sensación de estar a tres metros sobre el cielo.