¿Pedía tanto?

¿Por qué había tanta tensión entre nosotros, siempre? Es qué, había veces en que pensaba que no podíamos pasar un tiempo definido sin pelear, y recordaba que solo estábamos probando si funcionaba. ¿Y si no? ¿Y si no iba a estar todo bien? Le miré, lo pillé viéndome y me sonrió. ¿Pero como podía ir todo mal si él era el chico soñado? Si era dulce, comprensivo, tierno, y hermoso… ¿Pero, y si el problema era yo? Que podía simplemente no ser suficiente. Él me quería, yo lo sabía a la perfección, pero había otras chicas capaces de darle todo lo que él merece. Sin necesidad de pelearse, sin… ser como yo. ‘Sin complejos’, esa palabra vino a mi mente. Esa era yo, una chica que no se acomplejaba por lo que los demás dijeran, y a él le había gustado eso de mí, por que él también era poco acomplejado. No necesitaba ser perfecta. No para que alguien como él se fijara en mí. Un chico, que valga la pena, no estará buscando alguien por lo que demuestra físicamente, si no lo que es adentro. Y no, no es un mito. Es cierto que, es difícil conseguir alguien así, por que ahora todos tienen una mentalidad diferente, pero solo esperen el momento en que ellos se den cuenta que necesitan alguien a quien querer… no exhibir. Que se den cuenta que necesitan alguien que los quieran… No alguien que los use como trofeo. Justo en ese momento, buscarán bien, y te conseguirán. Por que hay mil piedras, mil kilómetros, mil chicas antes de que llegue a ti, pero lo importante es que al final de la historia se encontrarán. ¿Darse mala vida, por años, para conseguir al indicado? Mejor esperar, valorarse, y darse cuenta que el destino está escrito. Que la vida, te llevará a lo que mereces, sin duda alguna. Y retomé la cordura, justo en ese momento…

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