Capítulo 18.

·UNREACHABLE. -Capítulo 18.


Cuando estaba en la habitación entrecerré un poco la puerta.
Y lo volví a llamar.
**
Un pitido… dos… tres… cuatro…
Parecía que no iba a contestar, pero cuando lo iba a apagar contestó.
Puse el altavoz, y me tumbé en la cama. Bocarriba.

Él: -Annie…
Yo: -Lo siento, por lo de antes.
Él: -No pasa nada.
Yo: Eric… ¿Qué querías?
Eric: -Quiero que quedemos esta tarde, para aclarar las cosas.
Yo: -Pero la verdad es que yo no quiero.
Eric: -¿Porqué?
Yo: -¿Cómo que porque? El otro día por la tarde, te enfadaste muchísimo, y sin ningún motivo, tú y yo nunca hemos sido pareja, y como te comportaste no creo que salgamos nunca.
Eric: Tú sabes que me enfade, porque no me elegiste.
Yo: -¿Y porque te tendría que elegir a ti? A lo mejor el que me gusta es Justin y no tú.
Silencio.
Más silencio.
Nadie respondía.

Después de las últimas palabras que dije, colgó.
Alá, ahora si que la había hecho buena.

Dejé el móvil en la cama, y me dispuse a salir.
Pero lo vi, a Justin, en el marco de la puerta, mirándome fijamente.

-¿Has estado espiándome? –Dije seriamente.
-No, bueno… si. Pero tú tienes que responder a unas cuantas preguntas. –Dijo entrando en la habitación, y sentándose en la cama.
-Venga, siéntate. –Dijo, dando unas palmaditas en la cama, indicándome que me sentará a su lado.
Fui, y me senté, yo no le miraba, si no, al suelo.
-¿Y ahora qué? –Dije entrecortada.
Sabía que lo había escuchado todo, sabía que me preguntaría por:
‘lo mejor el que me gusta es Justin y no tú.’

Y ahora no sabía que responderle, claro… que me gusta.
Es divertido, sensible, sabe tratar a una mujer, es bueno con sus amigos, y a pesar de la fama que tiene, no se le ah subido a la cabeza como a muchos.
Se que algunas veces lo han podido agobiar mucho, y ah respondido de forma no muy agradable… Pero él, es así, es su mundo.

-Vale… ¿Te gusto, no? Por lo que has dicho cuando estabas hablando con Eric.
-Bueno… si. –Dije poniéndome roja, y mirando al suelo.
-Venga, Annie… no hay porque avergonzarse, dijo cojiendome por la barbilla, y quedándome mirando fijamente a sus ojos.
… Cuando dos personas sienten lo mismo, lo demás no tiene nada que ver. –Seguía diciendo.
-¿Dos personas?
•Él asintió.

Espera un momento, haber… esto es ¿nos estamos declarando mutuamente?
Yo: -Ah entonces, yo también te gusto.
Justin: -Se podría decir de ese modo. –Dijo mientras se acercaba.

Nos acercáramos cada vez más, podía sentir como millones de mariposas revoloteaban en mi barriga, yo aquí, apunto de besarlo, a Justin Bieber.

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